Como pequeños granitos de agua, cuando son pequeños y finos los gránulos, corren rápido, se escapan, parecen huir, fluyen, a pesar de eso, hacen cosquillas en las manos, cuanto más finos, cuanta más calidad tienen, más cosquillas hacen, más divertido es verlos fluir entre los dedos, pero cuando realmente disfrutas de ver y notar los granitos se acaban y te dejan con muchísimas ganas de tener más y disfrutarlos.. pero cuando los granos son grandes, pesados, que a penas caben entre los dedos, duele que pasen, deseas que se acaben pero pasan muy lentamente y parecen no acabarse, son una carga horrible, pero a veces viene alguien.. algo.. y cambia completamente tus granos, esa persona o cosa, puede venir como una lluvia que condese los granos y haga pesado y lento el fluir de los mismos... o ser como un rayo, que los parta haciéndolos finos y pequeños, iluminando los granos, haciéndolos fluir rápido, tanto que se acaban muy pronto y te arrepientes de no tener más... siempre que los granos sean finos querremos un poco mas de granos de tiempo para poder disfrutarlos...
Así vuelvo a mi blog, explicándoos como veo yo el tiempo, como agua en gránulos en vez de liquida, que puede fluir o atascarse...
